La cocina japonesa es elegancia y refinamiento, equilibrio y geometría. Las formas, la combinación de los colores y la disposición de los alimentos, son el resultado de un cuidadoso estudio, que antes del paladar pretende seducir a los ojos, la vista.
Los platos son preparados con cuidado magistral; los cortes son precisos y los ingredientes, casi nunca mezclados, son a menudo juntados, mejoran el uno al otro, permaneciendo lo mas posible puros e inalterados. Esta es una de las peculiaridades del sushi japonés, un plato que tiene entre sus puntos de fuerza el suministro equilibrado de los nutrientes; el arroz rico en carbohidratos, puede ser combinado con el pescado crudo y cocinado, que contiene las proteínas y/o las verduras, las cuales son ricas en fibras.
El alga Nori que forma la capa externa es un valor añadido que proporciona al organismo yodo y otras sales minerales, elementos esenciales para una correcta alimentación. Otro de los pilares del Sushi es el cuidado de los condimentos; añadir aceites y grasas queda prohibido, el arroz es elaborado al vapor y sazonado con vinagre de arroz, azúcar y poca sal.
A base de pescado se encuentra el famoso Sashimi que de otra manera viene servido sin el arroz.